viernes, 30 de mayo de 2008

El asalto a Thistletop

Acompañados por Shalelu los aventureros se dirigen a la guarida de los trasgos y de su malvada lider: Nualia.
La semielfa guía al grupo a través del bosque de Nettlewood hasta llegar a un extraño muro de cardos que hay junto al mar. Detrás de esos muros se oculta la guarida de Thistletop.
El único acceso a través de ese muro es una barrera de ramas y cardos. Al retirarlo pudieron ver un estrecho laberinto de cardos de tamaño trasgo.
Shalelu se adelanta para examinar el terreno. Cuando regresa la exploradora les revela que allí se refugian los restos de la tribu de los TronchaPájaros en una de las seccioenes y en la otra ha visto rastros de un pielignea, un felino típico de la zona.
Lo más probable es que el felino sea la mascota del chamán de la tribu.
El grupo decide que es mejor que Shalelu vigile el bosque para adelantarse a posibles ataques desde la retaguardia, de modo que la semielfa se marcha al interior del bosque mientras los aventureros se internan en el laberinto de cardos.
Los primeros en caer son los supervivientes de los Tronchapájaros, que no son rivales para la aguerrida banda. Los aventureros se apiadan de tres de ellos, uno muy malherido, solo para ver cómo en cuanto les dan la espalda, los otros dos arrojan sin piedad a su compañero moribundo por un foso al que llaman el Agujero Aullante porque en él habita un monstruo que se como a todo el que echan. Los trasgos se marchan corriendo antes de que el grupo pueda reaccionar.
Tras explorar el laberinto, por fin se enfrentan a Gogmurt el chamán de Thistletop. El druida trasgo bloquea la salida con un conjuro enmarañador y les muestra que su poder le permite atravesar los muros de cardos como si fueran hierbas. El grupo comienza un juego del perro y el gato que termina cuando Altair consigue atontar al trasgo con su canción bárdica.
Al apresarlo descubren que él tampoco aprecia a Nualia y cree que ella ha engatusado o hechizado a su lider el gran jefe Ripnugget. Piensa que fue un error atacar a los humanos y llora desconsolado al saber que había tenido razón.
El chamán les desvela que el grupo de Nualia son cuatro: el osgo mercenario Buthazmus, una mujer que quema con rayos a los trasgos que la ofenden, un hombre con armadura y un semielfo que tontea con Nualia y que toca la flauta.
Los aventureros reconocen al último como Tsuto, lo que les indica que solo quedan tres y Nualia.
El corazón de Pachorro y Averin se ha endurecido y deciden no tener piedad con el trasgo y lo arrojan al mismo agujero en el que él ha tirado a muchos de sus compatriotas.
Al final deciden descansar para atacar Thistletop al día siguiente.
Los trasgos pasan parte de la noche alerta pero al ver que el ataque no comienzo, y siendo una raza incapaz de mantener la atención durante mucho tiempo, al final descuidan sus tareas de vigilancia.
Al día siguiente el grupo cruza el puente hacia la impresionante isla con forma de cabeza.
Prácticamente la mitad de la tribu les presenta batalla, llegando desde los alrededores y desde el interior. El combate es agotador pero los aventureros se sobreponen y derrotan a todos.
Sin embargo, el combate les deja extenuados. Parece que el cobarde jefe se ha ocultado en algún sitio, porque no hace aparición. Afortunadamente, tampoco detectan movimiento del grupo de Nualia. ¿No les habrán avisado? ¿Les estarán esperando con una trampa preparada?. Cansados y magullados deciden parapetarse en una de las torres de vigilancia y descansar de nuevo

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